miércoles, 6 de agosto de 2008

El baile de la Gallina




Si bien no se le dio la trascendencia que en realidad tuvo, el partido jugado el Sábado 11 de noviembre de 2006 contra River tuvo tintes históricos. El panorama estaba más o menos así: El Grande de La Plata venía peleando el campeonato Apertura de ese año contra los dos clubes más grandes de la Argentina. Boca llevaba la ventaja mentirosa de 4 puntos, después de haber sacado la sortija en el partido/entrenamiento contra Apriete FC, y el club atlético gallina tenia los mismos puntos que nosotros, 31; y no quería perderle pisada al “casitricampeon”. Nosotros veníamos de ganarle a Velez, si todo muy lindo, pero fue un partido en el que nos robaron de lo lindo porque nos privaron de poder usar en el partido siguiente a los mejores jugadores que tenia el pincha hasta entonces: El Tanque y la Brujita. A Mariano le sacan una tarjeta amarilla que o casualidad sumaba la 5ª y quedaba suspendido. Y al hijo de bruja lo expulsan en el final del primer tiempo después de una doble amarilla.
Lindo panorama, así y todo el equipo del Cholo salió a comerse crudas a las gallinas lloronas. Le dimos un bailongo pitongo que ni se imaginaban. Arrancamos con un gol de cabeza del flaco Alayes a los 16 minutos de la primera parte. En el segundo tiempo a los 20 una jugada bárbara con Caldera y Álvarez termina en un gol de cabeza del mismísimo chino Benítez. El Pincha manejaba el partido con un estupendo príncipe Sosa, un partidazo de Álvarez, Caldera bajando más para armar juego, y Galván que cada tanto asustaba a los de la banda. River se empezó a poner pesado y clara muestra de eso fue el gol que nos hicieron a los 27´ en un corner. Pero en el León, Sosa estaba on fire y se notaba. Hasta que en el minuto 35 saca rápido un tiro libre que se desvía en el camino y a cobrar. 3-1 le ganamos al equipo de Passarella que quería pelearle el campeonato a la bosta.
En ese partido Estudiantes se recibió de equipazo. A partir de ahí era palmo a palmo contra Boca hasta el final. Éramos los únicos capaces de robarle el Triki Triki. Y se lo robamos, de la manera mas fantástica jamás soñada. De la manera que jamás en la vida nos vamos a olvidar.