sábado, 12 de diciembre de 2009

Vamos por el Mundo

Al principio el sueño es jugar en primera. Ya de chico, cuando están en las inferiores sueñan con llegar al nivel más alto, la primera división. Pero uno crece y se pone metas en su vida. Y llega el día del debut y todo cambia. Te queres afirmar, ser titular indiscutido. Cuando lo logras vas por el reconocimiento del hincha. Y queres el título. Y lo conseguís. Después queres demostrarte a vos y a todos los demás que sos el mejor. Entocnes queres jugar una Copa internacional. Y jugas la copa del continente al que perteneces. Pero como sos ambicioso no jugas para participar. Y vas a ganarla. Y cuando la ganas decís “soy el mejor del continente”s Pero vos no vivís en un continente. Vivís en un mundo. En un planeta. Entocnes si sos macho decís “quiero ser el mejor del mundo”. Y vas, y jugas para demostrarte a vos y al mundo entero que sos el mejor de todos.
Esta es la parte máxima a la que un jugador de fútbol puede aspirar. Esta es la parte en que todo hincha llega a su tope de alegría. Aquí queda de lado todo. No importa nada. Solo tu equipo. Solo vos.
El Pincha llegó a la cumbre más alta del fútbol. Donde millones de clubes quieren estar. Nosotros estamos ahí. Donde se define quien es el mejor del mundo.
Porque lo soñamos. Porque lo trabajamos en el laboratorio. Porque tenemos historia, y sangre de campeones. Porque nacimos para esto.
Sencillamente, porque somos de lo mejor del planeta Tierra.
A por ellos…



miércoles, 30 de septiembre de 2009

Gol Monumental




Esta historia es anónima, pero emociona el relato de un partido vibrante jugado en el día del cumpleaños del Ruso Prátola.
"Detrás de toda historia oficial, esta es la otra historia... esa que nosotros no percibimos y que no es manejada por lo humano... y que ayuda a que la historia oficial ocurra.
La historia oficial dice que el domingo 20/5/07 Estudiantes ganó después de 10 años en el Monumental....también dirá que ese partido no se jugó del todo bien y que tranquilamente se podría haber perdido y de esa forma quedar fuera de la lucha por un nuevo campeonato... se dirá también que hubo un técnico que dejó todo por ganar y pasó a defender con tres y jugar con cuatro delanteros ....y esta histoia oficial no se olvidará de nombrar al heroe de la jornada: Ezequiel Maggiolo, delantero de Estudiantes relegado al banco de suplentes, quien hacía cerca de 770 dias que no convertia un gol y a quien, ese domingo 20/5 le tocó convertir el gol del triunfo...
pero la historia oculta, la que esta detras de la historia oficial es otra:
ese día hubiera cumplido 38 años el Ruso Prátola. Y dicen los que saben que lo quiso festejar de la mejor manera: yendo a ver a la cancha a su querido Estudiantes. Se sentó en el banco de suplentes y desde allí siguió las alternativas del partido... dicen los que saben también, que en el segundo tiempo no pudo aguantar más, se calzó los cortos y la casaca y se metió a jugar...se dice que Simeone, al sentir su presencia se quedó tranquilo en defensa, y mandó el equipo adelante, poniendo cuatro delanteros y dos enganches... las crónicas ocultas cuentan que el tiempo que jugó, el Ruso despejó cada pelota que llegó a nuestra área... y cuentan también que cuando el partido se moría se fue al área de River a cabecear... aunque no salió en ninguna foto, se dice que Maggiolo y el Ruso saltaron y cabecearon juntos la pelota dandole el triunfo a Estudiantes.
Todas las fotos fueron para Maggiolo... pero se dice que ese gol, el Ruso lo gritó con alma y vida... y también se cuenta que terminó el partido, saludó a la gente con los demás y se fue, volvió al lugar desde donde hoy hace fuerza por un nuevo campeonato, al lugar desde donde nos cuida."
Gracias a Fernanda Oviedo por acercarme la historia.

martes, 29 de septiembre de 2009

El sueño de todos








Es a lo máximo que puede aspirar un hincha del fútbol. Jugar una final de Copa Libertadores. Y ganarla.
Estudiantes fue un equipo fantástico por donde se lo mire. Línea por línea, con solides, siendo compacto y eficaz. Conducido por un técnico que resultó ser maravilloso.
Llegábamos a una final de Libertadores otra vez, después de 38 años, y sería nuestra 5ª final en este torneo que reúne a los mejores equipos de América, y es sólo comparado con la Liga de Campeones de Europa.
El partido en La Plata fue una fiesta apoteótica en las tribunas, en un estadio colmado de Pincharratas que queríamos volver a gritar Campeón. Que lindo es escribir: “volver a gritar Campeón”.
El partido lo dominó Estudiantes, va, toda la final la dominó Estudiantes…seamos sinceros, la Copa la dominó el Pincha. Pero el arquero brazuca estaba inspirado en la fría noche platense, y en el Único sacó todo lo que se le cruzaba. 0 a 0 terminamos luego de que ellos se comieran dos goles abajo del arco y se nos paralizaran los corazones.
La semana previa a la finalísima en Belo Horizonte se hablaba de que ya no podíamos hacer nada, que era muy difícil ganar allí. La verdad es que era difícil. Pero por lo bajo, todos nosotros sonreíamos y decíamos: “jeje, dale, sigan tirándonos abajo”. Es que la adversidad nos retempla.
El 15 de Julio, unos 5 mil Pinchas fueron testigos directos de la llamada “hazaña” del León. Fueron 90 minutos dominados de principio a fin por el team de Sabella, en donde hubo un sólo problemita: esa pelota que se desvía en el Chavo y se convirtió en el gol del Cruzeiro.
Pero este Estudiantes del Siglo XXI si algo tiene, es hambre de Gloria. Porque quiere volver a ser el multicampeón de los ´60. Y no tardó ni cinco minutos en emparejar el marcador, cuando Su Majestad abrió una pelota deliciosa para la subida de Cellay, que emulando a Marquitos Angeleri tiró un centro bárbaro para que la Gata marque el gol de su vida y nos devuelva las esperanzas.
Cuando el reloj marcaba 27´ el Pelado más grande del mundo envía un corner teledirigido a la cabeza de Boselli que marcó el gol más gritado del planeta, y se convierta en el goleador de la Copa.
De ahí en adelante el tiempo se detuvo. El reloj no quería seguir girando. Los minutos no pasaban más. Pero el Pincha aguantó bien, tranquilo, los últimos embates de los “casitricampeones” (¿les recuerda a algo?)
Cuando faltaba poco para el final, Caldera se dio el lujo de jugar el partido más importante de su vida. Merecido regalo para el goleador cerca del final de su carrera.
Y ya está, ya está decía el Narigón desde la cabina. Ya estaba, si carajo! Ya éramos Campeones de América. Casi sin darnos cuenta, el árbitro pitó el final y se nos vino el mundo abajo, si abajo, porque estábamos en la cima del mundo, en el cielo, junto con Zubeldía, Manera, Mangano, el Ruso Prátola. Las lágrimas llenaron nuestros ojos, y en un grito nos unimos con nuestras familias, amigos, conocidos: Vamos Pincha carajoo!!! Somos Campeones de América. Somos Campeones otra vez!!!

sábado, 19 de septiembre de 2009

Solos contra todos



Había una extraña sensación en el aire de la ciudad de La Plata. Una vibra extraña que nos movía los músculos haciéndonos temblar. El sueño se podía hacer realidad luego de 38 años. Estábamos a un paso de jugar la final de la Libertadores.
Luego de un comienzo irregular en
la Copa del 2009, que derivó en la renuncia del Negro Astrada, Alejandro Sabella tomó el mando del equipo y lo condujo de maneta brillante. A la solidez defensiva se le sumó una dosis goleadora implacable que nos llevó derecho a estar entre los mejores 4 de Copa.
En la semifinal se nos cruzó el Nacional uruguayo, el que nos sacó la última copa. Era un clásico internacional.
Los dos partidos se jugaron sin público visitante. Y en el primer duelo, en el Ciudad de
La Plata lleno de Pinchas, el conjunto de Sabella jugó un gran partido comandado por Su Majestad la Brujita. Un golazo de Galván selló el resultado final, un 1 – 0 que para muchos no nos iba a alcanzar para ir al Centenario de Montevideo. Porque éramos totalmente visitantes, y porque no podía jugar el Capitán América por lesión.
Pero Estudiantes no es sólo un jugador, es un equipo, “una camiseta con 11 números” como dice Pachorra. Y salieron a jugar de manera fantástica. Silenciando a todo el estadio Centenario que estaba repleto de hinchas del Bolso (y algún que otro intrépido Pincha) con un juego tranquilo, que hacia desesperar a todos los jugadores uruguayos. En el segundo tiempo, Nacional se venia con todo en busca del gol que le permita emparejar el partido, pero tenían más nervios que nosotros acá en
La Plata. Una pelota que la Gata roba cerca del área rival se convirtió en el primer gol Pincha, cuando Boselli se la pica ante la salida del arquero. Mudo el Centenario. Estallido en La Plata y Argentina.
Al poco tiempo empatan el partido, lo que significo el fin de la racha sin recibir goles por parte de Mariano Andujar, quien estableció el record en
la Copa de 800 minutos sin recibir goles. ¿Que tal?
Cuando el final se acercaba, y aunque los nervios seguían un poco, Salgueiro mete un centro bárbaro para el Libertador goleador, que se sacó de encima al arquero y definió para hacer explotar nuestros corazones. Estos corazones que desde lejos alentábamos y sufríamos como locos. Pasa que otra vez, si, otra vez, estábamos en una final de Copa Libertadores,
la Copa más hermosa de todas. Esa que todo hincha del fútbol quiere tener. Ahí estábamos, la teníamos a punto caramelo. Otra vez.


domingo, 19 de julio de 2009

"Serás lo que debas ser, o no serás nada"



Para los que no nos creían, para los que no confiaban. Para los que prepararon los festejos cariocas. Para los envidiosos, y para los soberbios que se creían que eran los únicos. Para los que hablan y festejan antes de tiempo. Para los que cada vez tienen menos argumentos para contestarnos. Para los que no creen en la mística y hablan de suerte. Para los que se creen grandes. Para los que se denominan grandes y no nos llegan ni a los talones. Para los que creen en el antifutbol.

Por Zubeldía, Mangano y los reyes eternos de la generación del ´68. Por el Doctor Carlos Salvador Bilardo. Por Sabella, sus frases sublimes, y toda la generación del ´82 que volvió para hacer más historia. Por Su Majestad la Brujita, el mejor ídolo que alguien pueda tener. Por Andujar y su estirpe de arquero de Selección. Por el flaco Alayes y su amor por el Club. Por el Chavo y su solvente presencia. Por Angeleri y su demostración de crack. Por Cellay y su ingreso en el corazón Pincha. Por el flaco Schiavi y su experiencia (Gracias) Por Díaz y su progreso. Por el colo Ré y su consolidación. Por Galván y sus goles importantes. Por el principito Pérez y su magia. Por el fantástico Chapu Braña y sus tremendos huevos. Por el Chino Benítez y su zurda. Por Sánchez y su ayuda constante. Por la Gata y sus destellos de León. Por Salgueiro y su entrega. Por Boselli y sus goles eternos. Por Calderón y su empuje. Por todos los pibes que siempre regalaron frescura (Iberbia, Fernández, Núñez, Lentini) y los que desde atrás siempre ayudaron al equipo. Y por toda la gente de Estudiantes que volvió a acariciar la Copa más deseada por todo hincha del fútbol, esa que parecía tan lejana, pero que otra vez esta en las vitrinas de la Sede de calle 53.

Gracias a todos ustedes por devolver al Grande platense a la cima de América. Gracias por darnos la oportunidad exclusiva de volver a recorrer el mundo con los colores rojo y blanco. Gracias por ampliar esta moda. Gracias por el fútbol que jugaron. Gracias por mostrarle al mundo lo que es Estudiantes, por dejarnos mostrarnos en las grandiosas movilizaciones inigualables. Gracias por ser el orgullo de un país. Gracias por ser mi orgullo. GRACIAS LEON.




viernes, 26 de junio de 2009

Los Pinchas merecíamos esto

Lo merecíamos. Vos, yo, el club, todos. La historia de esta familia se merecía pasar por esto, necesitaba volver a vivir estas emociones, codearse con los mejores de continente, bajo el manto, claro, de esta mística Pincha que nos acompaña desde el ´67. De la mano del Narigón, cuando volvió en el 2003, se empezó a gestar una Revolución Pincharrata. Poco tiempo antes nos habíamos salvado de jugar la promoción y el momento institucional era delicado. Pero el Doctor operó, y nos dio una inyección de vitalidad cargada de optimismo que hizo que volvamos a creer en que era posible volver a los primeros planos. Los pibes que él fogueó se complementaron a la perfección con la adopción de jugadores como Andujar y Braña, que sumado a la llegada de Su Majestad Juan Sebastián Verón, nos dio el último envión de cara a la conformación del mejor equipo Pincha de las últimas dos décadas, coronado de manera apoteótica en una final con todas las letras. Sin bajar del segundo lugar en la tabla de promedios desde hace dos años, el Grande platense se dio el lujo de llegar a una final intercontinental, que perdimos injustamente, pero que como dijo el Diego “somos campeones igual”.
Este año disputamos la copa más hermosa del continente americano con la grandeza de los campeones. Con estadios colmados, movilizaciones históricas, y un juego fantástico desplegado desde la supremacía de la Brujita, custodiado por el fabuloso Chapu Braña, y apoyado en las manos del arquero de la Selección Argentina. A estos tres pilares se le suman la consolidación perfecta de Cellay/Alayes/Desábato. El aporte del Colo Ré y el yorugua Díaz. Las proyecciones de Angeleri e Iberbia, la magia del Principito Pérez. La tranquilidad necesaria que brinda el Chino y la cuota goleadora de la Gata, Boselli y Salgueiro. Todos guiados magistralmente por Pachorra Sabella, quien transmite la esencia pura de esta familia de manera brillante.
Párrafo aparte para Caldera. 38 años tiene el goleador que más vacuno a los 7ristes en este ultimo tiempo. Su aporte está, quizá no lo veamos, pero él se encarga junto al pelado de que todos en el plantel tiren hacia el mismo lado. Para el lado donde más nos gusta estar, donde nos merecíamos estar. Para el lado de Estudiantes.

lunes, 8 de junio de 2009

El día del arquero


El 12 de mayo del ´96 es otro día histórico para la gente del Pincha, ese día ocurrió lo impensable, inimaginable. Nunca en la historia un arquero concretó un gol de jugada. El grande platense venía jugando lindo, con grandes jugadores peleaba por el campeonato. Los jugadores que formaban ese equipazo eran, entre otros, Bossio, Prátola, Rojas, Azconzábal, Paris, Cascini, Craviotto, Aguilar, Córdoba, Palermo, Maciel, Couceiro, Amato, Catan, Zapata, dirigidos por el Profe Córdoba. Era la fecha 9 y veníamos punteros, en la cancha de Racing perdíamos 1-0 desde los ´15 del segundo tiempo y a los ´22 expulsan a Cascini. Panorama complicado. Estábamos dejando escapar la punta después de una gran racha de victorias. Pero llegando al final, apareció esa mística Pincha que cuando quiere entrar en la historia, lo hace de manera fantástica. Esta vez eligió el minuto ´87, cuando el partido se moría y el León tenía un corner desde la punta derecha, en el arco de la Guardia Imperial (jeje) Había que jugársela, como sea, por eso desde el banco partió el grito del Profe y Chiquito ni lo dudó. Partió el centro ejecutado por Couceiro y el cordobés se elevó más que todos y clavó un frentazo inatajable para el arquero académico. Gol, golazo...la banda del Pincha que copó el sector visitante estalló de alegría...y los de Racing se quieren matar.

viernes, 20 de febrero de 2009

El hechizo de la Bruja


¿¿Antifutbol?? No lo creo. Ese gol tiene mucho fútbol, mucho. Fue electrizante, como el partido en general. El 2 de Mayo, primera final de la Copa Libertadores de 1968, en la entrañable casa de 57 y 1, contra el Palmeiras brasilero. El equipo de Zubeldía no pudo mostrar a lo largo del partido el por qué había llegado a la final. A la media hora del primer tiempo, el Palmeiras se pone en ventaja y empezaba a hacer añicos la esperanza del pueblo Pincha, ya que ir a jugar la revancha a tierra carioca en desventaja, significaba prácticamente una eliminación. El Pincha era dueño del juego, pero no lastimaba a los brasileros que se metieron atrás a aguantar el resultado. Faltaban ´7. Se terminaba, y la copa estaba cada vez más lejos. Pero a los ´38 del segundo tiempo, tirado sobre el alambrado de Av.1 la Bruja recibe un pase intrascendente del doctor Madero... y encaró. Fueron pasando de largo los brazucas, cuatro en total, dos más no llegaron a agarrarlo, y el arquero nada pudo hacer ante un jugador de otro planeta, que había dibujado una jugada divina, extraordinaria. El gol de la Bruja fue uno de los más gritados en la historia del glorioso estadio de madera.
Pasaron solamente 5 minutos y el bocha Flores marca el segundo gol que nos da la victoria, y la ventaja necesaria para ir con tranquilidad a jugar la revancha a Brasil.
Brujería, hechicería, magia. Mística Pincha que le dicen...

sábado, 17 de enero de 2009

Para alimentar el Orgullo



Lo espere toda la vida, ver al Pincha en una final internacional. Gracias a D11os se cumplió ese sueño, y aunque no haya sido con vuelta incluida, puedo decir que nunca antes me sentí tan orgulloso de ser hincha de Estudiantes de La Plata.

El partido de ida fue muy malo, no jugamos a nada, casi ningún tiro al arco en 90 minutos, encima era de local, sin el chapu, y nos vacunan con un penal que el arbitro compro en una muy buena oferta. Nada para decir de ese partido, salvo la nota de color, que todo el periodismo se encargo de comunicarle a todo el mundo durante toda la previa, el Pincha termino allí con un invicto de 45 partidos sin perder de local. Increíble.

El partido revancha, en Brasil, lo jugaron con todos los huevos y garra que caracteriza al Pincharrata, pero agregándole de a ratos muy buen fútbol. Los primeros 15´ fue todo del Inter, en donde manejó muy bien la pelota y creó muchas situaciones de peligro. Pero cuando el León se acomodó, fue un monólogo. Con Su Majestad manejando los hilos con un pie y medio, con un Andujar extraordinario, el Chavo sacando todo lo que se cruzaba, y un formidable Marcos Angeleri, Estudiantes dominó al local durante los 75´ que restaban. El gol Pincha llegó a los 19´ del segundo tiempo, cuando el Chino acaricia la pelota en un tiro libre y le queda al Flaco Alayes para meterla de volea en el fondo del arco. La esperanza iba en aumento, éramos más, y estábamos a un gol de traernos la copa. Terminó el partido y llegó el suplementario. Sin la Bruja que ya no podía ni caminar, el Inter, que en ninguno de los dos partidos finales mostró nada, llegó a la igualdad por intermedio de un rebote de m... que nadie pudo despejar. Fin del partido, y fin de la esperanza. Pero comenzó a encenderse un enorme orgullo, honor, o como quieran llamarlo, que sólo se siente adentro de nosotros, los que sentimos esto por Estudiantes, sólo nosotros lo podemos entender, por eso hay tanta envidia.